viernes, 4 de abril de 2008

Santa Elizabeth

Hoy he estado de visita en mi cole del año pasado. Me encanta. Los niños divertidísimos, más grandes pero aún pequeños. No se acuerdan de mi nombre, me dicen “teacher”. Los padres preguntándome que si vuelvo, y les explico que no. Que ahora ya no enseño a rubitos de ojos azules con mochilas de Bratz. Ahora enseño a la multiculturalidad que me ha enseñado a mí a vivir cuando he estado fuera. Y me sigue enseñando en este aula de mentes. Qué bonito es volver. Y seguir sabiendo que siempre eres parte de donde has pasado. De igual modo me levo parte del Leopoldo al Moliner. Y seguir pasando por la vida.

lost in traslation...

Ha llegado un niño nuevo a clase: Shaowen. Sí, procedencia china. No, no habla español. Es listísimo como lo es Xin Yi. Xin Yi llegó en la misma situación y ya habla muy bien. Es ahora traductora entre Shaowen y yo porque entre los niños no necesitan el lenguaje verbal para entenderse. Como no entiende nada, se aburre en la clase y se entretiene jugando con su estuche. Como hace mucho ruido porque es de esos de lata supersónico que lo abres y salen tres pisos, hace muchísimo ruido. Y yo me enfado. Pero como no entiende lo que digo, Xin Yi, con cara de susto, le traduce mi enfado. Por alguna razón toda mi parrafada, en chino es dos sílabas. Entonces me parto. ¡Y no se puede uno reír cuando está enfadado!

un día de marzo...

Me gusta trabajar con niños entre otras cosas por su inocencia. Aunque algunas veces creo que la inocente soy yo, y que ellos van por delante. Después de arte, hemos recogido todos los papeles del suelo, que no eran pocos. Coti recoge mucho cuando toca, y hoy, andaba apuntando un montón de números en un papelito; era su número de teléfono, se lo ha entregado a Alejandro y le ha dicho “esta tarde, me llamas y me sorprendes”. Y yo no salía de mí asombro. ¿Qué estaba yo pensando con 7 años? Es más, ¿qué estoy yo pensando con 28? Si quieres que te sorprendan, sólo tienes que decirlo, y si quieres que te llamen, sólo tienes que dar tu número al afortunado!
Pero, ¿qué pensais? ¿qué a Alejandro le gusta Coti? Pues os equivocais. No sólo Coti. Resulta que recojo su marcapáginas personalizado y resulta que se dibuja de la mano con Miriam, de los delfines (1ºA) por un lado y por el otro… con otra compañera. ¡Qué tremendo!

sábado, 1 de marzo de 2008

Luis no more

Claro, el mundo de los interinos es duro. Llegan sabiendo que se irán. Llegó Luis para sustituir a Carmen al cole. El nuevo profe de Educación Física molaba porque era divertido y guasón. Hemos estado tres meses jugando a de todo, niños, profesores y demás personal del centro. Pero se incorpora Carmen, entonces Luis se va. Se te queda cara de pez y corazón de piedra. Pero la vida es eso, para niños y mayores, las cosas llegan, se presentan, te pinchan y se van. Respiras hondo y a volver a empezar. ¿Y qué dirán ellos?

sábado, 23 de febrero de 2008

la n con la i...

La n con la i "hue". Na, ne, hue, no, nu. Esto es lo que pasa cuando en la cartilla o libro de aprendizaje a la lectura aparecen dibujitos, que ves un nido con huevos y en vez de "ni" dices "hue". Por esa razón, cuando yo tenía sólo 5 años, Sor Josefa decidió que no me pasaba de página. Yo decidí que al día siguiente no había cole. Y se lo dije a todos en la ruta. Entonces todas las madres llamaron al colegio para preguntar por qué no había cole al día siguiente. Y quise, con 5 años, cambiarme al cole de al lado. Qué duro tener la cabeza tan dura. Y eso es sólo el principio de una vida que hasta el momento lleva 28 años. Ahora, cuando en vez de "lila" mis niños leen "flor", no me sorprendo. Me río. Y les paso de página.

miércoles, 30 de enero de 2008

Ya se llama Sofía

Sólo tiene 6 meses pero ya ha nacido. Su mamá la ha llamado Sofía y aunque aún está decidiendo si se queda con nosotros en su incubadora, yo ya tengo ganas de enseñarle a sumar. Es hermana de Heidy Michel, sí, lo que lees. Tiene 6 años y es un amor, nada le impide sonreír y enseñar su boca desdentada. Es sencillamente genial. Deseo lo mejor a esa pequeñez que nació en La Paz por negligencia del Gregorio Marañón. Hoy empieza mi diario de maestra.